Leticia del Pilar Campos Olivares, académica de Ingeniería Civil en Minas de la Universidad de Atacama, nos da su mirada sobre la inclusión de las mujeres en minería, la relación de la industria con el territorio -particularmente en su Región de Atacama- y el rol del mundo formativo y académico, a la hora de preparar a los futuros profesionales:
👉 “Desde los años '90, cuando a las mujeres no se les permitía ingresar a las minas subterráneas, hemos avanzado significativamente hacia una mayor presencia femenina en roles ampliamente masculinizados. Las mujeres aportan una perspectiva única, habilidades interpersonales y capacidades técnicas que enriquecen la industria minera”.
👉 “Se ha demostrado que las empresas que incorporan mujeres obtienen mejores resultados. Reconozco que las políticas y programas (implementados) han sido clave para abrir espacios, siendo un primer paso hacia la equidad”.
👉 “La conciliación entre la vida familiar y profesional es un aspecto que aún se encuentra pendiente, no solo en la industria minera, sino en todos los ámbitos de la sociedad”.
👉 “Es crucial aumentar la presencia de mujeres en cargos gerenciales. Solo desde la perspectiva femenina podemos comprender verdaderamente las realidades que enfrentan las mujeres. Buscar soluciones conjuntas en espacios de co-construcción es esencial”.
👉 “Vivir en una región (de Atacama) donde la actividad minera es prominente, implica una relación compleja con esta industria. Si bien las comunidades valoran los empleos y la contribución económica que aporta la minería, también reconocen los desafíos ambientales y sociales asociados con esta industria”.
👉 “El reciente cierre de la Fundición Paipote no fue recibido con alegría en nuestra Región, sino más bien con frustración. Un estudio llevado a cabo en nuestra Universidad reveló que los habitantes del sector anhelaban la modernización de la fundición, y esperan que la industria adopte prácticas más transparentes y éticas, priorizando el bienestar de las comunidades locales".
👉 “Enseñar ingeniería de Minas únicamente desde un enfoque teórico, no es suficiente. Los ingenieros en formación deben tener la oportunidad de trabajar en terreno y en laboratorios, para desarrollar habilidades y poder ofrecer soluciones prácticas; y así enfrentar los desafíos que, por ejemplo, impactan a los territorios debido a las externalidades de la industria minera”.
👉 “Las universidades también deben colaborar activamente con las empresas mineras, donde estas últimas proporcionan sus desafíos y problemáticas para que sean abordados desde el centro del conocimiento. Una pasantía tecnológica en Europa hace unos cinco años me permitió presenciar la sinergia excepcional que existe entre la industria y la academia en otros contextos”.